Proverbios 22:6
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Para esas mamás que tienen hijos aun pequeños, es importante también inculcarles desde esas edades hábitos mediante rutinas, así desde sus inicios adquieran buenas costumbres que los educan en su desarrollo individual.
Cuando estaba embarazada de Martín Elías Jr., veía un programa que se llamaba “niñeras S.O.S.” de un canal en cable, y compré dos libros escritos por la protagonista de este programa. Aquí aprendí que los hábitos y las rutinas son indispensables desde que los niños nacen, incluso para padres a quienes nos ayuda a optimizar mejor el tiempo para compartir tiempo de calidad con nuestros hijos.
Jr. nació en Cúcuta pero a los tres meses nos fuimos a vivir a Valledupar, y desde entonces empecé las rutinas con mi bebé, inicialmente fue solo el horario para que él se tomara su tetero.
Dios me premió con mi hijo, es un gran niño; comía, dormía y luego… a cambiar pañales. No me hizo sufrir mucho por esto jajaja. A medida que iba aprendiendo sobre maternidad, también iba afianzando el tema de rutinas con él y puedo decir que Martincito hoy por hoy es un niño disciplinado quien da ejemplo de constancia en todo lo que emprende.
No es una pérdida de tiempo el planificar, el crear rutinas y buenos hábitos en tus hijos, ni en tu familia y el principal de ellos el tiempo con Dios.
Si iniciamos a inculcarles pasar un tiempo dedicado a leer o a escuchar, según sus edades, alguna historia y su enseñanza de la Biblia a los niños, vamos a alimentarlos y a inculcarles buscar en Él siempre la verdad de todo y la guía en todo.
¿Saben? quisiera compartirles un artículo que leí de un psicólogo español, BARJA QUICIOS, especializado en educación que nos habla de este tema de rutinas que es lo que me ha ayudado con Martín Jr. a medida que va creciendo.
“Los hábitos y las rutinas aportan un mecanismo muy importante de constancia y regularidad y, por eso son fundamentales tanto para la vida en familia y la escolar. Son los patrones de conducta, los comportamientos repetidos que cada familia establece y realiza en su vida diaria.”
Las rutinas son importantes porque:
Proporcionan seguridad y control sobre el entorno. Cuando nacen, los niños no conocen el orden de las cosas. Los adultos debemos enseñarles a organizar su vida mediante horarios estables asociados a rutinas, es decir, a través de actividades que se hacen todos los días de la misma manera.
Permiten tener una estructura para predecir acontecimientos. Se repiten rituales que ayudan a que el niño vaya asimilando un esquema interno que convierte su mundo en un lugar predecible y, por lo tanto, seguro.
Aumentan su autonomía y autoconfianza.
Pueden evitar conflictos o enfados innecesarios. El niño aprende cuáles son “sus tareas” y por tanto lo que los padres esperan de él.
Rutinas. Las rutinas en casa y en la escuela.
Tanto en casa como en la escuela se deben establecer rutinas adecuadas que faciliten al niño su desarrollo. Se trata de proponer horarios y procedimientos que padres y escuela deben ir estableciendo para que el niño vaya manejándose y descubriendo su entorno.
Entre las rutinas que los padres deben crear son las relacionadas con el sueño, la comida, la higiene, el orden o el estudio. No basta con fijar una serie de normas sino que además deben servir de modelo. Los padres son la principal fuente de aprendizaje de los niños. La mejor forma de enseñar a los hijos a tener una vida ordenada es que los padres también respeten sus propias rutinas. Al ser su modelo de comportamiento, los padres no pueden pretender enseñar a un niño a ser quien no son.
Rutinas 2
Desde la escuela es esencial el mantenimiento de las rutinas y que sean acordes con las que traen de casa.
Las rutinas que se lleven a cabo se complementarán en los 2 entornos, y así, ayudaremos a los niños a que puedan afrontar su mundo de una manera organizada, segura y autónoma. Al ir incorporando estas rutinas les proporcionaremos a los niños una estructura para encadenar acontecimientos y con ello, aumentar la sensación de control que el niño tiene sobre lo que le rodea, y por tanto, su confianza.
El artículo anterior es súper claro en cuento a la importancia de las rutinas tanto en casa o en los lugares que nuestros hijos se desenvuelven.
Poner horas fijas de estudio, de comidas, de deportes, de descanso, de televisión, de sus aparatos tecnológicos, nos ayudará mucho para tener un mejor ambiente con seguridad.
Educar a nuestros hijos mediante rutinas y hábitos implementa un buen carácter para sus propias vidas, de adultos no aprenderán sino que ya serán aplicados y organizados en todas sus áreas, y esto como madres, será de gran bendición para nosotros.
La metodología de crear hábitos en los niños debe incluir premiarlos con algo tangente que les guste mucho y que esté dentro de nuestras posibilidades dárselo, ejemplo de ellas son: Caritas felices, el helado o el dulce que más les gusta, un juguete o cualquier artículo que signifique para ellos un logro por su constancia, dedicación y cumplimiento de metas.
Imagínate a tu hijo(a) en su preadolescencia y adolescencia confiando en Jesús para todo, que lo tengan en cuenta a Él en cada paso de sus vidas, creyendo que están aquí con un propósito santo…
No será fácil, pero esta será tu recompensa mamita.
Como en la mayoría de mis blogs, quiero regalarte unas herramientas que te ayudarán y le ayudarán a tus hijos a llevar constancia de sus hábitos, puedes descargarlas de manera gratuita al final, pero como ha sido costumbre este año, quiero que visites, ok.planners donde puedes conseguir todos los planificadores que ofrece Vanya Blog de manera personalizada con tu nombre y un estilo de diseño que se acerca más a tu personalidad.
Mucho ánimo y nos encontramos en el proceso inculcándoles todas estas bendiciones a nuestros hijos, Dios nos bendiga.