¿Has pensado en esto?
Muchas esperamos después de la ducha y frente al armario para decidir qué nos vamos a poner según las actividades o el clima de ese día, pero poco asociamos la manera de vestirnos con la forma en que nos sentimos anímica y físicamente.
Aceptémoslo, nuestra frase suele ser “no tengo nada que ponerme” aunque nuestro closet esté repleto de ropa.
Por lo regular se nos viene a la mente toneladas de excusas para autocompadecernos justificando que nuestra figura es “indigna” de verse bien con determinados tipos de prendas, o nos frustramos porque al mirarnos al espejo nos encontramos con que no es el mismo aspecto que veíamos en el maniquí.
Suceden dos cosas:
Primero; en definitiva no estamos amando a esa persona que vemos reflejada: nosotras mismas.
Si, es falta de amor propio cuando no vemos cuanta belleza hay en todo lo que somos, en lo que nuestro cuerpo ha adquirido o perdido por las experiencias de nuestra vida. Con el tiempo lo que estaba arriba, créeme, dejará de estarlo. Lo que poco volumen tenía, se hará mas ancho, y lo grande disminuirá.
Es muy triste basar nuestra belleza en algo que por naturaleza va a variar, no seremos la misma siempre y en cada etapa de nuestra vida hay nuevos tesoros que reflejar en todo lo que somos como mujer, hasta en la forma de vestirnos.
Segundo: Hemos hablado anteriormente que nuestro valor está en quienes somos en Dios y en lo que Él hace en nuestro corazón, no en formas ni estaturas ni tampoco porque no encajamos en un prototipo impuesto en comerciales y redes sociales.
Somos princesas, obra del creador del Todo. Hijas de único y verdadero Dios.
Tanto nos ama que nos creó únicas, ninguna parecida a la otra. No nos crearon en serie, no necesita dos de nosotras, solo una y cada una con un propósito eterno.
Cuando entendemos y creemos en esto, nuestra figura es solo el maniquí para reflejar la hermosura de nuestro ser.
Sólo tenemos que conocernos mejor por dentro y por fuera para reflejar lo que somos realmente ante los demás.
Mujer hermosa, hoy levántate, reconócete lo valiosa que eres, lo bello que tienes y vamos a mostrarlo al mundo honrando a Dios por haberte creado tal y como eres.
Si te sientes bien contigo misma, te vas a ver bien frente al espejo y frente a los demás.
En anteriores blogs nos hemos enfocado en cómo somos por dentro, hoy fijémonos en cómo somos por fuera.
La mejor forma de vestir nuestro cuerpo es identificando qué tipo de cuerpo tenemos.
¿Sabes qué forma tiene tu cuerpo y qué tipo de ropa la va mejor a él? Hoy vamos a aprender un poco sobre esto, primero vamos a identificarnos con la forma que tiene tu cuerpo.
1. Cuerpos tipo manzana:
El tipo de cuerpo en forma de manzana se caracteriza por tener los hombros redondos, espalda gruesa, piernas torneadas, cintura no definida y con tendencia a tener barriguita.
Para vestirte bien tienes que alejar la atención de la cintura y usar ropa que acentúe otras partes.
Elige pantalones acampanados en lugar de pantalones de pierna recta o pitillo para ayudar a equilibrar los hombros anchos y la parte superior grande.
Evita usar vestidos y cinturones que te aprieten la cintura porque pueden acentuar las curvas que no quieres mostrar.
En cuanto a blusas las mejores son aquellas que cubran también cualquier curva.
2. Cuerpos tipo pera:
Si tienes hombros o espalda angosta, busto pequeño, cintura bien definida, caderas anchas y además de eso muslos rellenitos, entonces este es tu tipo de cuerpo.
El truco para vestir este tipo de cuerpo es usar cualquier cosa que destaque el área de los hombros y del busto.
Usar sostenes levantadores y algo de relleno es una buena opción para agregar curvas en la parte superior
Los pantalones de pierna recta con tacones son los ideales para este tipo de cuerpo, y si los usas tipo pitillo, no te olvides de darle un poco de volumen a la parte de arriba.
Procura que la joyería o accesorios que complementen tu estilo estén siempre en el torso.
3. Cuerpos en forma de reloj de arena:
Si tienes caderas del mismo ancho que tus hombros y tu cintura considerablemente mas delgada tienes cuerpo en forma de reloj de arena.
A este tipo de cuerpo les favorecen cuellos en pico, vestidos que enmarcan la cintura y es preferible evitar los pantalones cortos, cinturones anchos.
Las faldas tubo de largura media son ideales para ti y si prefieres usar ropa suelta procura que guarde la forma de tu cuerpo, nada de vestidos rectos.
Puedes usar cualquier tipo de accesorio.
4. Cuerpo en forma de fresa:
Esta forma de cuerpo se destaca por tener los hombros mas anchos que las caderas, es mas o menos un triángulo invertido.
Para este cuerpo debes ampliar la parte inferior del cuerpo para que mantenga el mismo volumen que la parte de arriba.
Ideal para la parte de debajo de tu cuerpo son faldas con volumen combinadas con blusas que guarde las curvas superiores sin llegar a que sean muy ajustadas.
En cuanto a pantalones, los ideales son los anchos y acampanados o los rectos.
No debes utilizar collares cortos a menos que tengas un cuello largo; mas bien inclínate por los collares que creen la forma V y que sean delgados.
5. Cuerpo en forma de rectángulo o tipo columna:
Es cuando tus hombros, cintura y caderas coinciden en anchura y su apariencia es recta.
A este tipo de cuerpo le quedan muy bien las prendas cortas y con caída libre guardado que resalte la cintura muy sutilmente.
Para blusas y vestidos este tipo de cuerpo debe usar cuellos en pico o redondos pero nunca cuadrados.
Debes acompañar tu look con accesorios con forma redonda como argollas y brazaletes.
Algo para tener muy claro es que las formas de los cuerpos no tienen nada que ver con el peso. Tanto mujeres delgadas, medianas y gruesitas pueden tener los 5 tipos de cuerpo.
Ahora que conoces un poco mas tu figura, toma estos tips de cómo vestirte y sácale el mayor provecho a la belleza natural que papito Dios ya te dio.
Quiero ver tus fotos frente al espejo reflejándole al mundo que te sientes bien y que te vistes bien como la princesa guerrera de Dios que eres.