PRIMERA PARTE FINANZAS PERSONALES. Introducción.

Debido a muchos años de desorden donde no llevaba cuentas y gastaba mas de los que ganaba y aún teniendo grandes ideas de emprendimiento, el tener mis finanzas en desorden no permitía que estas dieran los frutos que necesitaba.

No me daba cuenta de mis fallas porque al final de mes todo salía bien, es lo que yo creía, pero lo que de verdad pasaba es que vivía medida y sin capacidad de ahorro.

Cuando Papá Dios empezó a trabajar en otras áreas de mi vida, como planificar mi tiempo, mis metas en el deporte, el trato y rutinas con JR, me dijo: “bueno hablemos ahora de tus ideas de emprendimiento”; le conté entonces que no todo iba muy bien pero en suma ellos financiaban el voluntariado de los niños. Entonces preferí no hablar mas de ese tema con el Señor.

Él  siguió trabajando en otras áreas de mi vida hasta que un día el voluntariado de niños ya no pudo seguir porque no tenía como financiarlo y tampoco había quien lo patrocinara y fue por este motivo que vi que algo estaba haciendo mal, porque las ventas, a mi concepto eran optimas, pero ya no me quedaba dinero para los niños. Mi desorden financiero empezaba entonces a mostrar sus frutos.

Siendo una Administradora de Empresas y no administrar bien mis finanzas personales, caí rendida a los pies de Papá y oraba reconociéndole que necesitaba Su ayuda, no quise escuchar Su voz cuando estaba a tiempo de hacer ajustes y ahora que perdía dos emprendimientos de carácter social y sin ahorros reconocía  que no lo había dejado moldearme en esta área también.

¿Estás en una situación similar?

Bienvenida si estas al borde del desespero sin saber que hacer y endeudada.

Algunas no lo estarán pero tienen el interés en aprender y diagnosticar si están haciendo lo correcto con el dinero que llega a sus manos.

En cualquier caso, esto es para ti con todo mi cariño.

Vamos a empezar de lo general a lo específico y el primer ingrediente es la paciencia. Debes aceptar que algo has estado haciendo mal. Es desaprender para aprender de nuevo con papa Dios.

Ten en cuenta y prepárate sabiendo que esta serie durara aproximadamente dos meses y medio, así que paciencia y manos a la obra, empecemos con unos principios que debemos tener súper claros.

1.Dios es el dueño de todo.

Este mundo y todo lo que hay en él pertenece a papa Dios. Tú mujer le perteneces a Dios. Tu familia, tu colegio, tu universidad toda tu familia, todo lo que puedas imaginar es de tu Padre.

El primer gran principio respecto al dinero y a los bienes materiales es éste: Dios es el dueño de todo. La Biblia dice:

De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en el habitan (Salmo 24:1)

Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos (Ageo 2:8).

Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados… Porque mío es el mundo y su plenitud (Salmo 50:10, 12).

Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos (1 Crónicas 29:11). 

2. Todas las cosas provienen de Dios.

Todas las cosas provienen de Él. No sólo nuestro Padre es el dueño de todas las cosas, sino que todo lo que recibimos proviene de Él.  

Las riquezas y la gloria provienen de ti (1 Crónicas 29:12).

Podemos trabajando mucho y ganar dinero, pero es Él quien nos da las fuerzas, sabiduría, destreza y dones para hacerlo. Para suplir las necesidades de nuestro hogar, y de nuestros hijos; Nada es por nosotras si no todo es por Él.

Analiza cómo Dios nos advierte del peligro de olvidarnos de Él y pensar que es por nosotras: “Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza” (Deuteronomio 8:17).

Pero la verdad es que: “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas…” (Deuteronomio 8:18). 

3. Nosotros y todo lo que tenemos pertenece a Dios.

Entonces mujeres el último principio que debemos tener claro es que lo que tienes alrededor y lo que tienes en tus manos, todo, es del Padre.

No confiemos en lo que tenemos o lo que somos ni en nuestras fuerzas sino en las de Él.

“Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Salmo 100:3).

Él nos compró por eso le pertenecemos por amor y por paga, no somos esclavas de las deudas ni de la pobreza, somos libres en Su Hijo Jesús, nuestro Señor. “¿O ignoráis que… no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. (1 Corintios 6:19–20).

Puesto que nosotras mismas le pertenecemos a Dios, todo lo que tenemos también Le pertenece.  El rey David también reconoció esto cuando Después de haber dado una ofrenda sumamente costosa para la edificación del templo, dijo: “Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”. (1 Crónicas 29:14).

Cuando como sus hijas reconocemos que todo lo que tenemos le pertenece a nuestro Padre y le entregamos todo a Él,  empieza nuestra liberación financiera y de otras grandes preocupaciones. Todo es propiedad de Dios, no mía, y Él puede cuidarlo mucho mejor que yo.

Mira lo que puede hacer una mala administración del dinero:

En 1921, se juntaron en el Edgewater Hotel de Chicago, nueve de los hombres de negocios más expertos en ganar dinero. Se incluía entre ellos el jefe del monopolio más grande, el especulador más sobresaliente de Wall Street, el presidente de la compañía independiente más grande de acero, el presidente de la empresa eléctrica más grande, el presidente de la compañía más grande de gasolina, el especulador en trigo más grande de los Estados Unidos de América, el presidente de la bolsa de Nueva York, el presidente del Banco Internacional de Liquidaciones y un miembro del Gabinete Presidencial.

Veinticinco años más tarde, ¿dónde estaban estos hombres de fantásticas riquezas y poder?

Ivar Krueger, jefe del más grande monopolio, se suicidó. Jessie Livermore, el especulador de más éxito de Wall Street, se suicidó. Charles Schwab, presidente de la compañía de acero independiente más grande, murió en bancarrota. Samuel Insull, el presidente de la empresa eléctrica más grande, murió sin un dólar, siendo un fugitivo de la ley, en un país extranjero. Howard Hopson, presidente de la compañía de gasolina más grande, se volvió loco. Arthur Cotton, el máximo especulador en trigo, murió en el extranjero, arruinado. Richard Whitney, presidente del mercado de acciones de Nueva York, fue condenado a la Penitenciaría de Sing Sing, convicto por fraude. Leon Fraser, presidente del Banco Internacional de Liquidaciones, se suicidó. Albert Fall, miembro del gabinete presidencial, fue enviado a prisión por un crimen, y perdonado finalmente de la prisión para que pudiera morir en su casa.

Estos hombres pusieron toda su atención en el dinero, sin tener humildad si no poniendo su interés en el dinero, algo tan incierto. Nada te puede traer mas seguridad que aquella que te da Dios.

Pero mira este otro ejemplo de unos millonarios que tiene bien puesto los pies sobre la tierra y saben de humildad y constancia para poder crecer en el mundo de las finanzas:

INGVAD KAMPRAD: fundador de IKEA. Tiene un activo de, por lo menos 3.000 mil millones de dólares. Sin embargo, en el 2006 todavía manejaba un volvo de 16 años de antigüedad, porque era bueno y seguro

TIM COOK: CEO de Apple a pesar de haber ganado 378 millones de dólares solo en el 2011, el señor Cook y su familia viven en un condominio que le costó casi dos millones de dólares en palo alto, california, parece alto pero no es nada cuando lo comparamos con su salario anual

CHUCK FEENEY: Dueño de duty’free shops, ha entregado casi toda su fortuna de más de 6000 millones de dólares a estrategias obras de ayuda alrededor del mundo, su activos actualmente son de dos millones de dólares y dice: yo vine al mundo para trabajar duro no para hacerme rico es un modelo para la filantropía para Bill y Melinda Gates.

Estos hombres saben que su meta no es hacerse ricos, sus enfoque no está en el dinero y por eso no buscan llenarse de cosas materiales pues saben que trabajan y consiguen lo que necesitan para vivir cómodamente. Ojo, no son miserables, son realistas y reconocen que con su trabajo y cpn los ahorros consiguen vivir honorablemente.

La humildad es muy importante para empezar salvar nuestras finanzas; Reconocer que somos hijas del dueño del mundo y que si Él sabe controlar todo, es de quien debemos aprender.

Recuerda esto siempre: LA HUMILDAD NO ES PENSAR MENOS DE TI MISMA, ES PENSAR MENOS EN TI MISMA Y MAS EN LOS DEMÁS.

Vamos a aprender paso por paso y el primero es tener conocimiento que no importa que tan bajo hayas llegado, Papá te va a levantar. ¿Te atreves a hacer un compromiso con Él para aprender y poder sanar tus finanzas?

Descarga a continuación e imprime tu compromiso y ponlo en dónde puedas verlo siempre para recordarte lo que le prometiste o le dijiste a Dios que harías. Bienvenida, esto es para todas aquellas mujeres que quieren saber lo que Dios nos da y con tanto amor podemos disfrutar.